«Porque sonreír también es crecer por dentro»
Una mañana con prisas en cualquier ciudad, un inoportuno semáforo en rojo que te obliga a parar y de repente, antes de que te des cuenta ya se ha colado por la ventanilla una mano inquieta que se mueve rápida ofreciéndote un «paquetón» de pañuelos y una sonrisa. Estas estampas tan típicas tienen nombres y apellidos. Tienen un corazón y buscan lo mismo que tú y que yo: una vida mejor. Tienen una Historia.
Howard Yackson tiene la sabiduría de un superviviente. Howard, el pequeño niño deseado y amado por sus padres, Jeffrey y Elisabeth, se hizo mayor a golpe de experiencias y de vida. Nacido en Jamaica, de donde era su madre, aunque con 4 años se trasladaron al país de su padre. Con pocos meses de edad su padre puso un bolígrafo en sus manos y con sus pequeñas manos lo cogió instintivamente como ofrenda de por vida. Ese gesto iba impregnado de deseos de progreso e inteligencia para su niño, deseos de haber contribuido al mundo con su descendencia, esperando que fuera un hombre de provecho y feliz. La vida de Howard es una vida de lucha, una vida llena de obstáculos. Sus padres ya no están, su familia directa la lleva cada día consigo en cada uno de sus pensamientos. Llevado por un primer sueño de vivir en paz y hacerse a sí mismo, huyó de la guerra de su país y de aquel presente «obligado» en el que otros querían elegir por él poniendo un arma en sus manos en un campamento militar durante su adolescencia. Howard Jackson decidió rebelarse ante este destino. En sus manos solo cabía el bolígrafo de su padre. No siempre pudo elegir y no siempre hizo lo que se esperaba de él. Y, sin embargo, a día de hoy se puede decir que todo le sirvió para ser el hombre que es.
Howard llegado desde Liberia hace mucho tiempo en un largo viaje que duró 3 años. La suerte «buscada» y trabajada le llevó a Sevilla, se busca la vida en el semáforo de Plaza de Armas; sus herramientas de trabajo: una sonrisa y un canasto lleno de pañuelos de papel. Sí, también se disfraza, es su original forma de afrontar las horas que pasa en este punto de la ciudad donde ya se ha convertido en un vecino más al que se le saluda con cariño. Pero Howard, forjador de su destino cuando decidió salir de su país atravesando 8 países diferentes, aprendiendo cada día en ese peregrinar cogió la fuerza de aquel que lucha por tener una vida en la mayor extensión de la palabra: tiene un sueño. Y no es pequeño. Y lo sabe. Y aún así quiere conseguirlo.
¡Para soñar lo mejor es hacerlo a lo grande! -Bien hecho Howard Jackson-.
Con la sonrisa habitual, pero más amplia, enseñando sus blancos dientes, achatando aún más su nariz, encogiendo los ojos y con su disfraz de pollito, que es el que toca hoy, este hombre dice con orgullo que su sueño es ser Juez. Y ya está matriculado en la carrera de Derecho. Hoy hemos conocido en el espacio «Todo se transforma» del programa «Los Sábados al Sol» en Canal Extremadura Radio un poco más de su vida y el otro «poco» está en vías de que todos podamos leerlo en un proyecto editorial, auspiciado por la Fundación #siloshombreshablasen. Siguiendo la estela de sus «mentores» la historia de su vida en papel se llamará «Si Howard Jackson hablase».
Ellos han sido los que han puesto en marcha una campaña de Crowfunding para recaudar fondos que le permitan estudiar más horas, el semáforo se lleva unas cuantas de su tiempo para poder subsistir y la carrera elegida, Derecho, requiere muchas más, como él dice: «me gustaría estudiar 12 horas diarias». –Todo llegará querido Howard-. La campaña está a punto de finalizar y si bien hay que decir que lleva recaudado algo de dinero también es cierto que aún falta para completar los 3.000 euros propuestos, aunque Howard lo diría en pesetas, sin duda, consecuencia de los años que lleva instalado en la ciudad. ¿Has pensado alguna vez que tú podrías ayudar a conseguir sueños? ¡Puedes! Hoy día lo fácil es que está a golpe de un clic, lo difícil es que sintamos que podemos hacerlo. Cada ayuda por pequeña que sea es importante para que otros puedan encontrar un «atajo» en un camino que siempre fue duro, porque siempre hay quien lo tiene más difícil que otros. Démosle a Howard Jackson un aliento, una ventaja, que sienta el calor de esa familia que no tiene, que la vida que vino a buscar sea posible.
Sus pañuelos han ido forjando ilusiones y estas van creciendo, las de este estudiante de Derecho en la Uned son grandes y no por ello inalcanzables. Muchos «poquitos» juntos pueden conseguir este sueño. ¡Estamos a tiempo! Pincha el enlace para más información:
Campaña Crowfunding «Si Howard Jackson hablase»
Sería fantástico que en estas pocas horas que quedan se pudiera hacer realidad la primera parte del sueño, la parte monetaria, porque la segunda él lo tiene muy claro: estudiar, sacrificio y constancia. Los integrantes de #siloshombreshablasen tienen planificado una serie de actuaciones para que, a pesar de todo, se pueda realizar, pero solo de pensar en las caras de felicidad y alegría que se nos quedaría a todos de ver que a través del Crowfunding esto fuera posible, ya merecería la pena. Este es un primer paso, aún quedan muchos. La historia de Howard no es nueva en Sevilla, ha salido en muchos Medios de Comunicación por su forma de ser, por ese disfraz que elige cada mañana, porque hay que reparar en él, no pasa desapercibido. Tiene fama, es conocido, pero falta completar la historia con ese «empujoncito» económico. Ha sido protagonista de un cortometraje «Entre pañuelos y sueños» en el que cuenta muchas de sus experiencias en la vida. Hay que decir que dicho cortometraje cuenta con numerosos premios.
Estuve con él un rato por la mañana, charlando, en un descanso entre el rojo, el verde y el ámbar de un semáforo que cada día es testigo de su lucha, entre un café y un cola-cao calentito que tanto le gusta. Esperando a que el semáforo se ponga en verde para poder dar salida a ese gran sueño. Y Howard Jackson se despide de mí con una gran sonrisa y un beso, sé que volveré a verlo, vivimos en la misma ciudad, sé que lo seguiré de cerca porque su sueño se ha convertido en el sueño de muchos. Y no digo que la próxima vez ojalá lo viera con la Toga porque espero poder saludarlo mucho antes. A Howard le quedan años de estudio, ilusión y de sueños.
Que así sea, que se cumpla tu sueño, que el recuerdo de tus padres te acompañen para coger aliento y fuerzas en cada uno de esos momentos que poco a poco te llevarán a conseguirlo porque esa ilusión que una vez tu padre te transmitió al poner en tus manos ese bolígrafo y, que hiciste tuyo con las ganas y el deseo de aquel que piensa que todo es posible porque no hay nada que pueda decirte que no lo es, sea con el tiempo una realidad.
Con ilusión espero y con ganas de entrevistarte en un futuro próximo y decir:
–Howard Jackson, empiece usted a hablar, Señor Juez-
Tienes disponible en la bandeja de la radio el espacio «Todo se transforma» de «Los Sábados al sol»:
Programa de radio Los Sábados al Sol con Chus García
Etiquetas: #HowardJackson, #Lossábadosalsol, #SiLosHombresHablasen, alegría, Amistad, Sevilla, Sueños
LOBERIAS 
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